Tengo en la mano la carta que siempre esperé
Tengo en la otra mil flores y un poco de fe
Tengo en la mente una espina que obliga a sufrir
Tengo en el pecho la herida que me hace escribir
Y también,
Corazón
Que busca latir
Tengo tu risa encantada y un rayo de sol
Tengo la sabiduría de pedir perdón
Tengo la piel erizada de oírte otra vez
Tengo una apuesta doblada por caerme a tus pies
Y también, un cristal
Para ver mejor
Y ver cómo es
Tengo en la mano
La carta que siempre espere